Camila Saavedra Pardo es médico veterinario de profesión y hace 10 años
se dedica a la etología clínica, una de las ramas de la medicina veterinaria
enfocada en analizar el comportamiento de animales, en su caso, de perros y
gatos. Sus servicios los entrega a través de Etovetchile, cuyos objetivos
principales son entregar educación para tutores y medicina veterinaria del
comportamiento, además de apoyar a los animales rescatados en rehabilitación.
—¿Qué busca solucionar concretamente la etología?
Se enfoca en realizar diagnósticos en base a comportamientos, para
dilucidar trastornos y cómo tratarlos. En términos amplios, se concibe al
animal no solo como individuo, sino como una unidad entre mente y cuerpo,
también en relación al contexto familiar y la comunidad completa.
—Cuéntanos de tus inicios ¿cómo fue que te interesó la etología?
Desde que iba al colegio siempre estuve interesada por la salud mental,
en especial la psicología. Cuando entré a estudiar medicina veterinaria
descubrí que era un universo muy complejo, que francamente me extravió respecto
a la salud mental, porque no veía vínculos con el mundo animal. Ninguna rama me
parecía atractiva, principalmente porque tenían una concepción que
instrumentalizaba a los animales, hasta que conocí la etología. Me convenció que esto era lo mío, hecho que
coincidió en la época en que la *Conferencia de Cambridge 2012 entregó
importantes datos sobre el mundo animal.
(Nota*: El 7 de julio de 2012, un prominente grupo internacional de
neurocientíficos, neurofarmacólogos, neurofisiólogos, neuroanatomistas y
neurocientíficos se reunió en la Universidad de Cambridge para reexaminar los
sustratos neurobiológicos de la experiencia consciente y otros comportamientos
relacionados en seres humanos y animales no humanos. De acuerdo con la declaración emanada de
estas conferencias, la investigación demostró la capacidad de los organismos del reino animal para percibir su propia existencia y el mundo a su
alrededor: es decir, los animales sí tienen conciencia, derribando muchos mitos
respecto a que los animales son solo
seres instintivos incapaces de razonar.)
—¿Cuáles son los principales desafíos de la etología?
Se debe mejorar la actualización de colegas clínicos, y en base a esto la comprensión de que los animales no humanos son una unidad entre cuerpo y mente, requiriendo un trabajo más integral. Se tiene temor a perder clientes o casos, cuando no tiene nada que ver, pues entre más integral es el servicio entregado, mejor para la salud animal.
AGOSTO MES DEL GATO
—¿Cómo mejorar nuestra conexión con ellos?
De partida, es necesario conocer mejor a la especie, existen muchos
mitos, por lo que a nivel general, no hay conocimientos claros respecto a sus
necesidades. Los catlovers son una excepción, cosa que no ocurre con el
común de los cuidadores de gatos, eso explica por qué existen tantas colonias
ferales en las mismas ciudades, y por qué vemos tantos casos de gatos muertos o
dañados.
—Háblanos sobre la realidad de los gatos ferales.
Los departamentos municipales, que por ley deben tratar las colonias de
gatos ferales, no siempre se hacen cargo de las problemáticas, incluso podría
decir que son muchas veces las asociaciones privadas las que se hacen cargo de
casos de animales maltratados o abandonados. La esterilización debería ser una
política nacional, lo que ayudaría enormemente al control de las comunidades
ferales. Hay que considerar que es un problema de salud público, principalmente
por la zoonosis, como se conocen a las enfermedades que pasan de animales a
humanos.
—Cuéntanos cómo ha sido el avance de la disciplina.
El avance ha sido positivo, estamos bien a la vanguardia si nos
comparamos a nivel internacional. Puedo mencionar el trabajo de Soledad Torres
y Carmen Luz Barrios, referentes respecto a conductas de agresión, alteraciones
sensoriales, problemas relacionados a los psicofármacos, problemas que no se
solucionan con un simple entrenamiento o enseñando señales: hablamos de
alteraciones neuroquímicas. Por eso vindico la importancia de la medicina
veterinaria en el área de la etología clínica.
—¿Y qué cosas están al debe?
Debería existir una capacitación general y particular en pos del
bienestar animal. Existen acciones aisladas que son muy ejemplificadoras, como
algunas actividades desarrolladas por el Sence. Por lo demás, el costo de
exámenes radiológicos son carísimos, y a veces animales que tiene enfermedades
no detectadas dificulta el diagnostico. Los recursos son muy escasos.
TIPS PARA EL CUIDADO DE
GATOS
*Es absolutamente un mito que los gatos puedan salir sin compañía
humana. Necesitan de vínculos, de entrega de alimentos, de refugio, de nuestra
vigilancia, por las peleas en los
techos, las enfermedades, entre otros problemas. Lo que podemos hacer es cercar
totalmente los patios, o mantener a gatos indoor, que tengan la
capacidad de salir pero con el uso de correa y arnés, considerando que el
animal se debe habituar para que se convierta el paseo en algo agradable y
beneficioso.
*Para mejorar la conexión con los gatos es importante conocer la
especie, el tipo de alimento, sus cuidados especiales, las vacunas que
necesita: si no conoces sus necesidades jamás vas a tener una conexión.
*El lenguaje corporal en los gatos es esencial. Debemos entender que un
gato también tiene necesidades cognitivas, como jugar y cazar. Si observamos
sus bigotes, por ejemplo, hay una diferencia entre que estén abiertos, frente a
otro con los bigotes caídos: podría evidenciar un gato con alteración en su
bienestar.
*¡Cuidado!: cuando el gato mueve su colita como serpiente frente a una
situación, es signo de posible ataque o mordida. Un gato que hace pipí por
todas partes, estando ya esterilizado, podría estar evidenciando un problema
orgánico, como también una situación de estrés o ansiedad que no sepa manejar.
*La posición de las orejas puede indicar una situación de miedo o
agresividad. La posición de un gato echado y ladeado, indica miedo, versus un
gato parado y mirando fijamente, muestra menor temor frente a un posible
enfrentamiento.
* Atención con conductas que salen de la normalidad: empieza a hacer
pipí o caca en cualquier parte, mayor maullido, mayor aislamiento o marcajes
con sus uñas, estos son indicadores de estrés.
*Es importante la estimulación desde pequeños: entre la segunda y
séptima semana de vida es clave para la socialización. Esto puede determinar el
comportamiento en la adultez, por lo que tendrá mayor o menor dificultad para
desarrollar su lenguaje corporal, una herramienta que les sirve para
relacionarse con sus pares y evitar conflictos, que muchas veces terminan en
desgracias.
*Recomendaciones, sobre todo si hay niños en casa: jugar siempre con un
juguete, jamás usar manos o pies, porque se potencian conductas peligrosas,
como ataques a las extremidades. Cuando se estimula el juego, es clave que los
niños estén presentes. Se aconseja siempre darles la comida con la mano abierta
o simplemente en el suelo. Los niños deben ser educados en otras áreas, como
por ejemplo que no los molesten cuando duermen, que aprendan a esperar a que el
gato se acerque, más que ir a buscarlo, momento en que se le puede dar un
premio para potenciar su conducta. Nunca olvidar que a los gatos siempre hay
que darles espacios y opciones, para no frustrarlo y ahogarlo.